Una de las formas más efectivas de ordenar tu bodega es clasificar los productos por categorías (por ejemplo, materiales, herramientas, productos de embalaje) y por frecuencia de uso. Los artículos que se utilizan con mayor frecuencia deben estar a la mano, mientras que aquellos de menor rotación pueden ubicarse en áreas más alejadas. Esto reduce el tiempo de búsqueda y facilita el acceso a los productos que más se utilizan.